jueves, 19 de abril de 2018

Busca


El cielo entornado ha cerrado sus ojos, igual que en el mundo ya no hay anteojos.
El aire templado me acaricia por momentos, ocultándome que ya, el mundo yace yermo.
No busques en las sombras oscuros pensamientos, ama la claridad y la luz que llevas dentro.
La vida encarnada hace eco de sus jugadas, más yo no me arrepiento del corazón contento.
No busques en palabras la magia de los gestos, pues todo es tan ambiguo que el alma estalla presto.



Oda al Móvil e Internet

  Un móvil me has regalado, ¡¡ Cómo mi vida ha cambiado¡¡ De tanto navegar me dieron el carné, en la autopista de la información, sin frenos...