Tantas cosas en que
pensar
Tantos años
sufridos de amarga y larga soledad.
¡Yo no podría vivir
sin ella!
Cada día que
amanece
Cada noche que
oscurece
la rutina vuelva a
entonar tu canción
Días claros, días grises
pero siempre seguidos
del mismo son.
Y ella mi fiel
escudera,
única amante
ajusticiada,
la única que calla,
no habla demasiado.
¡Yo no podría vivir
sin ella!
Vaya donde vaya
me persigue.
Compañera en alegrías
y pesares,
ahí siempre
conmigo, aún en esos largos días
en los que el alma
muere,
en los que el
corazón flaquea.
Es radiante
animadora despertando alegrías.
Amante de la aurora
y de atardeceres rojos
pintando sobre tus
ojos,
mares largos, profundos,
lejanos…
Aquellos que nunca
llegaste a ver
pero se posaron en
tus manos.
¡Yo no podría vivir
sin ella!
Cuando en el papel
reposa, dormida, engalanada…
La miro, la remiro
como queriendo darle vida.
Muchas son tristes,
otras infunden melancolía, o sublime alegría.
Pero quizás es algo
o lo más maravilloso de la vida.
Mil gracias Doña Poesía.
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ResponderEliminarLa poesía es lo que tiene, da igual cuando la escribas es para toda la vida
ResponderEliminarMuy bonita Carmen
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