jueves, 19 de noviembre de 2015

No ates la luna que suspira en mi ventana, que me tiende su mano tranquila y lejana.
Obsérvala de cerca y siente su presencia, es algo más que eso, es la ilusión de un verso.
No desandes los pasos que apasionaron mi alma y la hicieron poderosa  porque entonces laceraras su fortaleza y ya nunca será la misma.
Mírame con la franqueza que solo tiene la mayor fuerza que es el amor.
No cambies tu rumbo pero grita despacio si algo cambió.
Se tú mismo, sincero,  de piel entero, no escondas la emoción.
Cuéntame esos anhelos que escondes tan dentro de tu corazón e

Intentare que se realicen sin que el fuego sea batallador.

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