Déjame dormir junto a las amapolas del río, prometo no
susurrar mis miedos infundidos.
Déjame respirar el aire del camino, intentare relajarme con
los pájaros y su trino.
Déjame sentir la vida en un instante, procuraré ya no fingir
como antes.
Déjame ser quien soy, ya basta de alienarme, quiero ser la
vida en su punto fulgurante.
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