jueves, 24 de septiembre de 2015

29/09/1995    CUADROS

Tarde gris, crepúsculo cercano
Siento sombras, nubes en mis manos.
Es la hora cierta, de brumas y ensayos.
El volver a abrir la puerta de ese mi más querido mundo lejano.
Mis manos no deslizan el lápiz desterrado,
pero mi alma lloraba añorando ese pasado.
En los cuadros sin nombre se refleja mi rostro humano.
Ya no tengo conciencia de ese ovalo cerrado,
mas siento ese peso extraño, el de los otoños dorados…
Me pregunto si es tristeza o tal vez alegría de haber llegado.
Aquí estoy con mi corazón abierto en el mundo ignorado.
Comprender que es alegría aunque tenga ese peso vago.
Despedida de una etapa, cierre del gentil pasado.
El seguir viviendo y luchando por lo ansiado.
Sonreír y ser feliz aunque el cuadro difumine al retratado.
Pensar que lo más preciado no es el cuadro difuso,

sino la paleta que los ha difuminado.

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