En las rosas del alma se agolpan sentimientos, intangibles,
difusos, aireados por el viento.
En las rosas del corazón se escuchan los latidos, agolpados,
confundidos, buscando palabras que acompañen al delirio.
En las rosas de los labios se sintonizan recuerdos, dulces,
desafiantes, intentando retenerlos.
En las rosas de los ojos se reflejan los momentos, sublimes,
distantes, pero todos ciertos.
En las rosas de los suspiros gravitan los “Te quiero”, desaventajando en melodías la necesidad del cuerpo.
En las rosas de los sueños los “Te Amo” habitan dentro, buscando
las maneras de esculpirlos a los cuerpos.
En las rosas de la ilusión se zurcieron los silencios, a
veces tan necesarios, otras no los entiendo…