Dónde el verso se aproxima al acantilado, allí nace mi amor
robado,
Dónde el verso se disfraza de tristeza, las notas le dan
entereza,
Dónde el verso pierde el nombre sin sentido, se abre la
estela del amor mío.
Dónde el verso espera paciente el calor de la hoguera, el
corazón no late, se desespera.
Dónde el verso suaviza el territorio, no es admirado ni leído,
siempre incomprendido.
Dónde el verso incita a la apertura las almas volaron sin
cordura.
Dónde el verso se recoge a esperar la musa divina me viene a
visitar.
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