Entre las marismas blancas, se escaparon mis besos,
aquellos que a mi corazón dolian,reposados en el averno.
Entre
las amapolas extintas se tornaron mis anhelos,
Los que en mi cuerpo ardían por
el roce de tu pelo.
En
la cercana lejanía, tú, contemplándolo todo, sin inmutar tus silencios,sin
distinguir tu fondo, rodeado de tú universo.
Sin
saber cómo me siento, cómo respiro por dentro.
Perdida
en la primavera que acaricia pensamientos.
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