Olvidaste
pensarme con alma de poeta, necesidad constante de beber
con
las letras.
Sentimientos
profundos del amor en la tierra, erizando los cuerpos
Con
palabras eternas.
Necesidad
del verbo, en la conjugación abierta.
Olvidaste
mirarme con suspiros de amante, alimento de mis noches
de
deseos delirantes.
Recordaste
quererme con tranquilidad danzante, abrazarme en momentos
de
camino agobiante y besar esos labios suspirosos de amarte.
Hoy
mi cuerpo de mujer- poeta- amante, solo pide un deseo
que
retorne tu alma vibrante, y que yo sea para ti, el universo que ilumine tu
Semblante.
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