Emerge
mi corazón del camino del olvido, ahora ya travieso se ha besado conmigo.
Irradian
una nueva luz, las luciérnagas del río.
Se trasladan a mis ojos iluminando el camino.
La
tormenta sucumbe, cuando el sol le ha sonreído. Las amapolas sonríen en el
margen del río.
La
ventana lapidada del jardín del olvido,
se rompió en mil pedazos , siempre he estado contigo.
La
silueta soñada de mi alma enamorada, ha ganado la batalla ,al hiriente submundo
que me abrasa las entrañas.
Suben
los sueños profundos alborotados a despertar, hemos sido acunados por las risas en libertad.
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