En la escritura torcida de las letras, se revelan los
misterios del pasado.
Aposentadas libélulas doradas, describen círculos perfectos
de armonía.
La incidencia de los rayos no es la misma, rebotando en el
brillo de mis ojos.
El destino marcado y atrevido se propone vapulearme en
ráfagas irisadas.
Desde el comienzo lo supe, este torpe corazón no me
engañaba.
Las brumosas mañanas del pasado, se convierten en las rosas
del silencio.
En la escritura colorida de la vida, los poemas son mis
fieles compañeros.
Aposentadas libélulas plateadas, trazan enigmáticos versos
sincopados.
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