viernes, 22 de diciembre de 2017

Tránsito

En los ojos vidriosos, el fuego fatuo aletea, sembrando penumbras allí en mi azotea.
En el movimiento envolvente del huracán en tierra, se mezclan las nostalgias perdidas en las guerras.
En el colapso tranquilo de corazones desbocados, las caricias acurrucan el letargo de los años.
En el infranqueable muro, que domina tus entrañas, entran ranuras de luz, tibia como la esperanza.
En el sumiso verso enarbolado de palabras, se iluminan los luceros con el brillo del alba.
El poema entretejido de solemnes madrugadas, grita a los barloventos, ¡te espero en la estacada!
La cadencia de la estrofa, silabea en esos labios, que profunda y vigorosa solo quiere consolarlos.

martes, 19 de diciembre de 2017

Olvidaste

Olvidaste que en la primavera siempre fui un clavel de invierno.
Olvidaste que las hadas bordaban mis silencios.
Olvidaste que el amor, sin pasión, solo recuerdos.
Olvidaste quien fui, cuando yo acunaba el viento.
Olvidaste la piel erizada, las caricias hirviendo.
Olvidaste que me amabas, ahora soy un “Te quiero”.
Olvidaste la mujer de pasiones y de sueños. Girándote en el camino a las flores de entretiempo.
Olvidaste mi fuerza y la energía de mi universo, aquella con la que vibrabas sin recurrir a otros cuentos.
Olvidaste que fui tu princesa en este mundo siniestro. Pero que no se te olvide, que aún con el amor más inmenso, puedo fluir un día y desaparecer de este universo


lunes, 18 de diciembre de 2017

Esperé

Esperé en la estancia de los tiempos, necesitada de caricias, carente de pensamientos.
Esperé con la esperanza abierta, de ser y hacer, vibrar tu cuerpo en mi universo.
Esperé sin tener en cuenta el viento, mientras tu paseabas tus momentos.
Esperé con el corazón derruido, soñando ser tu muro más alto, más intenso.
Esperé con esperanzas ser la causa de tu aliento.
Desperté una mañana sin latidos en el cuerpo y aun así tu corazón me arrastro a los infiernos.


Oda al Móvil e Internet

  Un móvil me has regalado, ¡¡ Cómo mi vida ha cambiado¡¡ De tanto navegar me dieron el carné, en la autopista de la información, sin frenos...