Esperé en la estancia de los tiempos, necesitada de
caricias, carente de pensamientos.
Esperé con la esperanza abierta, de ser y hacer, vibrar tu
cuerpo en mi universo.
Esperé sin tener en cuenta el viento, mientras tu paseabas
tus momentos.
Esperé con el corazón derruido, soñando ser tu muro más alto,
más intenso.
Esperé con esperanzas ser la causa de tu aliento.
Desperté una mañana sin latidos en el cuerpo y aun así tu
corazón me arrastro a los infiernos.
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