El cielo explotó en versos de colores, eran tus ojos
confundidos entre las flores.
La noche se estrelló en un mar de mariposas, era tu
respiración haciéndose golosa.
El día se iluminó entre rayos centelleantes, era tu sonrisa
que acaricia como la brisa.
La sombra se desvaneció en blanco profundo, era tu alegría iluminando
el mundo.
La tierra se contorsionó en figuras misteriosas, era tu
presencia que abrumaba las esencias.
La música se inspiró en notas silenciosas, se abrieron tus
labios y el mundo se tornó rosa.
El amor se acicaló con perfumes y sabores, era tu corazón
puro expandiéndose en los albores.
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