Ángel de la guarda.

Y permaneces aquí, acurrucando mis desvelos.

Me abrazas, me sostienes, me levantas desde el suelo.

Ahora sé por qué llegaste,  ángel de la guarda eterno.

Tan joven en esa edad, tan hombre en los sentimientos.

Gracias mi pequeño héroe por salvarme de mis silencios,

Por tranquilizar mis penas, por ser mi pedazo de cielo…

Si no...

1991

Si no me miras, no veo.

Si no te siento, me dueles.

Si no te tengo, me hundo.

Si no me amas, me desespero.

Si no me abrazas, no existo.

Si no me besas y tu boca no me pertenece

Entonces mi amor, entonces  muero!!

Tantas Cosas

1992

Necesitaba escribir tantas cosas y aun mismo tiempo, que es imposible que salgan

Las ideas de mi cerebro.

Esta es una simple poesía, escribiendo lo que llevo dentro, el dolor de no tenerte aquí, pegado junto a mi cuerpo. El desespero de pensar en un mañana incierto.

La alegría de tener la esperanza de tu encuentro, la felicidad alborotada de mi compañera de cuentos.

La grandeza de una vida, vivida por momentos.

El agradable recuerdo de unos padres ciertos

La imaginada mente en la cual yo me recreo.

Tantas cosas preciadas, tanto misterio dentro, para qué divagaciones, para qué extraños deseos. Si la vida se limita simplemente a un momento.

Tal vez ahora al mirarme en ese gran espejo. Donde un pájaro canta y llora un niño despierto.

He descubierto la risa de la vida en un sueño  y  he comprendido por fin que mi vida es como una simple molécula dentro del universo, que de mí depende, que ese universo sea un cielo, donde dormirán por fin todas las ilusiones, risas y sueños.

Febrero

Necesito que me envuelvas en la tibia mañana y el humeante sol.

Solicito tu ternura no solo de caricias sino llena de palabras que adornan el amor.

Pedirte que me contaras que siente tu alma multicolor,

Que siempre seas sincero, lleno de paciencia y comprensión.

Enseñarte muy de cerca los altibajos de mi corazón, que un día

entre alegrías incruste sin saber cómo, en tu lindo corazón.

Un día

Que terrible ansiedad, envolvía mi mañana.

Que profundo surco en el centro de mi alma.

Cuántas risas producidas, por un dulce resplandor de plata.

Cuánta rutina lejana, cuán cercano tu amor recogido en un rincón,

posado  en una mano.

He mirado al horizonte, buscando mi mañana.

He visto salir el sol, teñido de desesperanza.

He querido llorar,  por no entrar a tu morada.

Prefiero sino reír, no con los ojos de la cara.

Y soñar dulce sueño, el reencuentro de dos almas.

Seguiré esperando entre tinieblas vagas, abrazos y destemplanzas.

Llegará pues el tiempo, del retorno de las almas, cuando el rio fluya solo

manantial de agua dorada.

Siempre estaré allí, incansable estatua labrada…

1990

14/02/92

A veces; cuando te miro, me duele el pensamiento,

por pensar cosas extrañas, sin motivo ni fundamento.

Pero te amo tanto amor que ya no soy sino ciego,

y por más que quiera ver se me confunde el cerebro.

¿Por qué te querré tanto? ¡Porque tanto te quiero!...

Aunque no estés a mi lado, te tengo alborotando mi pecho.

Y teniéndote cerca,  siento tu respiración en mi boca muriendo.

Entonces se acaba el mundo, no hay luces, ni deseos,

entonces te pertenezco.

Tal vez en ese instante de mi alma desgarrada,

llegará hasta mis oídos el lamento del mañana.

Moriría simplemente, por no tener tu mano clara.

Para un príncipe azul de una princesa enamorada.

1991

Duele tanto la herida de un corazón abierto.
Duele tanto un puñal clavado sobre el pecho.
Duele tanto la llaga en la que tenemos el dedo.
Duele tanto la caída sobre el desnivel de suelo.
Que todo eso y más son para mí dolores pasajeros,
pues me duele más mi niño que tu me niegues
un beso...

1991

Ahora, aquí perdida, vagando en los recuerdos en la inagotable fuente de la imaginación.

Respiro el aire limpio de la mañana clara y siento tu vacío, en mi apenado corazón.

Me miro en el espejo, mudo y frio de la fuente, temblando entonces mi cuerpo soñador.

Hallé mis manos frías, desnudas por la ausencia de tu calor.

Vagué en un mundo distinto, en el que vivimos tú y yo.

Siento tu imagen cerca, pero tan lejana tu voz…

Despierto en ese instante, encerrada en un círculo de amor.

Te busco entre las sombras de mi tranquila habitación,

no estas, es cierto, ¡pero ! es como si estuvieras todo tú alrededor.

Eres el eco de mi voz, mi respiración jadeante, todo entero mi corazón.

Ahora que estás lejos, que sueño con tus besos, que siento tus caricias,

ahora en este instante “Cuanto te Amo, mi Amor

Camino

En el largo camino, por el estrecho sendero.

He dejado emociones, sentimientos y deseos.

He conocido noches tan negras como el silencio, tan claras como los sueños.

He conocido días tan luminosos como eternos. Tan vividos, tan intensos.

Disfruté de los olores, colores y maravillosos momentos.

Fui tan tremendamente feliz, que no recuerdo un mal momento.

Todo en esta vida, lo repetiría entero, no me arrepiento de nada

Pues todo es delirantemente bello.

Hasta las lágrimas saladas que a veces recorren mi cuello.

Momentos

En el aire agitado vuelan mis besos, esperando que tu boca los alcance en un momento.

En la montaña blanca tan distante a lo lejos, el eco de tus palabras se pierde en los recovecos.

En el arcoíris radiante donde brilla mi pelo, la caricia de tu mano, agita mi sentimiento.

Esa caricia tierna que me puedes ofrecer, no conoce forma ni vibra solo con mi piel.

El abrazo más sentido que envuelve mi lucidez, no nace de algo físico está escrito en mi ser.

El regalo más preciado que me puedes ofrecer, no tiene nombre, ni acaba de nacer…

Inventa nuevos besos, carias de amanecer, suspiros de colores y palabras para desvanecer…

Y junto con mis versos, mi alma enamorada, mi boca deseada, estallará de alegría una constelación sublime en un mundo de fantasía…

En los momentos...

En la cumbre de la montaña, el viento despeino mi pelo, aun así pensaste que era la más guapa…

En la noche oscura el miedo apelmazo mi corazón inquieto, cuando pude contártelo tus palabras  se enfrentaron a mis miedos…

En las horas sin consuelo, tú fuiste mi reflejo, lloraste conmigo y aplacaste mis anhelos…

Cuando sientes como miro, no preguntas ¡ya me abrazas! Y de mi triste boca, la alegría desatas.

No puede existir una unión más perfecta, pues somos parte de una misma tierra.

Ahora se,  porqué viniste a ocupar mis momentos, eres la luz que hace de mi vida un cielo abierto…

No tengo ya más palabras para expresar lo que siento, pero solo con mirarte entiendo el divino universo.