Te sigo esperando con el corazón entero, aunque fragmentado
a cachos por el viento pasajero.
Te sigo buscando, más no desespero, en la poesía del alma
desgranando luceros.
Te sigo amando, otra cosa no puedo, lo grita mi mundo, ya no
es un secreto.
Te sigo encontrando en el sueño vencido del poeta andando.
Te sigo apostando, en todo momento, en cualquier lugar,
hasta en los cuentos.
Te sigo sintiendo en la luz del día, en el instante funesto.
Te sigo contando mis recónditos deseos, aunque no los
proyecto.
Te sigo esperando en el renglón de un verso, por si quieres
saltar ¿Te atreves a entrar?
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