Asomado entre las flores, tus labios carnosos, rosas,
coloridos, alimentan los sentidos.
Entre las olas del mar, tu pelo de diamantes se agita en
tempestad.
En aguas apaciguadas de verde engalanadas, tus ojos
renacientes, reflejan paz indulgente.
Cerca de los juncos mecidos por aire adormecido, tu cuerpo
esbelto y tranquilo dibuja nuevos caminos.
La corriente del río esculpe tu corazón, pues tu digna
sonrisa, esparció las risas, en oleadas de amor.