Si las olas me pidieran hirviendo mi poesía, mojaría todo el
mar con versos del alma mía.
Si las nubes me implorasen vientos rutilantes, esparciría mi
silbido con sueños destellantes.
Si el sol amarillo me pidiera amantes, le bastarían mis
besos que simulan mil amantes.
Si la luna plateada llorase desconsolada, le pondría una
corona con un millón de poesías, explotando de alegría.
Si el universo entero se resquebraja en agonía, no hay mejor
parche que mis versos de algarabía.
Y si tú me pidieras que te dejara de amar, cuéntaselo a la
luna y volvamos a empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario