Dos palabras pronunciadas en el filo de la almohada.
Dos palabras tan sencillas que resurgen maravillas.
Dos palabras tan golosas que despiertan mariposas.
Dos palabras conocidas alivio de todas heridas.
Dos palabras tan fáciles de escribir y tan difíciles de
decir.
Dos palabras musicales que al oírlas espantan los males,
Te Quiero, tan sincero y visceral ¿Por qué este mundo no lo
quiere gritar?
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