La
risa de mi mundo se esparció entre tus venas.
Lo
mundano ya sin forma, se recorta en un esquema.
Flotan
inquietas las palabras si tu garganta no clarea, mas
El
hada suspirosa me devuelve mis poemas.
No
quiero versos distantes ni frases recortadas, quiero
Palabras
bonitas cerca de mi almohada.
Necesito
la presencia de tu alma enamorada, con las manos
Prietas,
con el abrazo que nunca acaba.
Palabras
tiernas, dulces, de amor insufladas, aquellas que
Consiguen
el desboque y aplaque de mi alma.
Dejar
lo obvio al viento cuando arrastra la mañana.
No
dar nada por supuesto, avivar pasión temprana.
Hacer
molinillos en mi pelo inundando mis entrañas…
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