La
risa temprana surgió en la mañana, repleta y rebosante
como
tu amor, el de antes.
La
mueca perdida salto la embestida, triunfante y coqueta
Como
tu pasada piel de poeta.
La
mano pudorosa con olor a rosa, despierta y fulgurante
como
aquellos amantes.
El
corazón sumergido con sueños emergidos, vaporoso y expectante
¿Quisieras
ser mi amante?
El
alma enardecida de luces descoloridas, galante principiante,
sonora
y delirante
¿Quién
quiere ser mi amante?...
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