Cúspides
lejanas que acumulan días inciertos,
regados
por lirios frescos en los campos
abiertos.
Montañas
de cartulina sembradas de aguaceros,
producen
movimientos en el latido de dentro.
Imaginario
paisaje de sueños venideros,
esculpidos
en el humo de un corazón certero.
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