El eco me confunde en el silencio, que gravita por momentos.
Los pequeños detalles del sentimiento avivan la silueta de mi
cuerpo.
Los colores tempranos del paisaje me divierten al cambiarme el
plumaje.
La insólita rosa destemplada me saluda aún sin decirme nada.
El pájaro celeste con su melodía me recuerda cómo nace la poesía.
El agua transparente de la fuente me sumerge en mil mundos
diferentes.
Los rayos amarillos difuminan mi semblante radiante.
La espera del alma desvanecida se hace eterna cada día.
El suspiro que acompaña a la quimera solo permite que te quiera.
La corriente desconectada en el tiempo, sueña con que lleguen los
momentos…
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