Ojalá que el sol acaricie tu semblante y puedas devolverle
rayos destellantes.
Ojalá la luna se acerque a tu corazón y te susurre palabras
repletas de amor.
Ojalá no tengas nunca que sentir, desesperanza inquieta
vestida de adoquín.
Ojalá respires con la brisa fresca sin que existan momentos
de zozobra perversa.
Ojalá no sientas el alma desgarrada, intentando completar el
puzle bajo
La almohada.
Ojalá siempre puedas
crecer, desprendiendo por el universo pedacitos
de tu ser.
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