Los
halcones peregrinos escondidos en tus ojos, desvirtúan los segundos de mis
locos antojos.
El
águila real que dormita en tu semblante es vigía de mi
mundo ¡¡ojalá fuera mi amante!!
El
colibrí inquieto de tu pecho enarbolado, a veces me da besos,
otras permanece a mi lado.
El
canario sin estridencias que tu garganta apacienta, me quiere comunicar
en el borde del mar.
El
ruiseñor majestuoso de tu afable corazón, no quiere soltar prenda
de lo inmenso de tu amor.
El
gorrión común de tu esencia divina, tiene mi alma envuelta al
saltarse las rutinas.
De
todos lo pájaros que me vienen a visitar, amo quien de mi boca el verso haga aflorar.
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