Lágrimas

Lágrimas pausadas abiertas en el libro, que gritan aferrándose a la bello del amor.

Lágrimas que brotan a impulsos descontrolados cuando aprieta el corazón.

Lágrimas que gritan que lo que sientes no es lo que pareció.

Lágrimas que muestran el mundo que nunca te perteneció.

Lágrimas saladas de un corazón enamorado que siempre esperó.

Lágrimas sin sentido pues en la demostración está en el amor.

Dicen

Dicen que el lucero del alba rompió en llanto de tanto buscarte en el rio.

Dicen que las caléndulas dichosas no iluminaron más caminos.

Dicen que no hay vuelta atrás en un corazón perdido.

Dicen que algunos mueren de pena, otros descoloridos.

Dicen que son estrechas las líneas del amor y del olvido.

Dicen y hablan tantas cosas que menudo lio...

Para unos existe solo lo perfecto, otros del lado sombrío.

Los hay que no tienen ni lados, ni formas, ni caminos.

A veces solo cuerpos, otros cerebros impíos, algunos corazones latiendo en su destino.

Me gusta la medianidad, honesta sin desvaríos.

Y yo sentada, observando, solo por mi alma me guio.

La leyenda

Contaba la leyenda del amanecer aquel, que las flores perfumadas robaron su ser.

Las estrellas del cielo abarcaron su querer, la luna dichosa se adueñó de él.

El astro sol en su hermosura le desnudo su cordura.

Ríos, mares, son espejos de esos mundos tan complejos.

Contaba la leyenda, yo no lo inventé, que de tanto expandirse se olvidó del ayer.

Un camino

En el mundo de mis sueños en el que yo vivía, pensaba que el amor solo era poesía.

Esperar pensante, esperar sentada, no me di ni cuenta, eso era la nada.

Solo con mis manos, solo con mi ser, construiré el mundo al que quiero pertenecer.

Olvidaré los sueños, para no esperar nada, así el corazón no entra en parada.

Tejeré un camino infinito y coloreado por si te apetece sentarte a mi lado.

Dibujare poemas con los que poder soñar y que me abracen despacio para poder vibrar.

Entregue

Entregue el corazón en el borde del camino, sin darme cuenta que era solo mío.

Entregue el dolor en el sufrimiento errante, de que sirvió, ya no soy la de antes.

Entregue la vida de dulzura y esperanza sintiendo derretirse el centro de mi alma.

Entregue las alas al dueño y portador, era mentira, se escondían en un rincón.

Entregue sincero el suspiro de mi mundo, se quedó varado en un socavón profundo.

Entregue alegrías y tristezas que a mil vueltas y sin motor conservaron la belleza de este loco corazón.

Ganar

Ganaste la lucha a corazón abierto, más no supiste el contenido cierto.
Perdiste reflejos azules, dorados, más yo te ofrecí los míos morados.
Ganaste otra vida en un mundo cambiante, y yo parapetada te observaba, como antes.
Perdiste poesía, palabras de amor y pusiste el universo en todo tu corazón.
Ganaste emociones aun sin contener, disfrutando de las cosas que no tocan tu piel.
No se trata de ganar, ni siquiera de perder, se trata de ser Amor en el origen de tu ser.

Enamorada

Estoy enamorada de la gentil tibieza que emana el agua clara deslumbrando bellezas.

Estoy enamorada como una princesa, rodeada de letras que eclipsan sutilezas.

Estoy enamorada de la noche y del día, gracias a ellos respira el alma mía.

Estoy enamorada de la risa contagiosa, esa que no engorda siendo tan golosa.

Estoy enamorada del suspiro intenso aquel que gravita cerca de tu centro.

Estoy enamorada de la sencillez mundana, esa me alienta, me mete en ganas.

Estoy enamorada de quien irradia luz, pisando fuerte la tierra con ansias de quietud.

Estoy enamorada de la auténtica mirada, la que no esconde ni bifurca nada.

Estoy enamorada del reflejo del espejo, que me muestra desnuda mi alma de versos.

Estoy enamorada del sentimiento apisonador, aquel que no siembra dudas respecto del amor.

Estoy enamorada del verde color, suspirando tus ojos, me derrito yo…

En la tierra

En la tierra de los hombres, las caricias van sin nombre.

En la tierra de los Elfos, lirios blancos y amapolas andan sueltos.

En la tierra de la vida, rugen alegres y desliadas mentiras.

En la tierra del corazón, vida y brillo al auténtico amor.

En la tierra del alma, desaparecen las mentiras, dando paso a la sutil poesía.

Mi luz

El sol de tu corazón es un camino abierto, que acaricia mis instantes, que me calma con su fuego.

Tus ojos abiertos chisporrotean mis sueños, me acunas tranquila, entendiendo mis miedos.

No quiero que sientas el dolor que me quiebra, pero tú lo disipas, al mirarme por dentro.

Sé que está ahí, perenne, inamovible, atento, ofreciéndome la paz que necesito en algunos momentos.

Son tus manos las que espantan los fantasmas de mi cuerpo, tus abrazos tan calmados

tan dados en tiempo.

De ti brotan las palabras necesarias en momentos, los abrazos pausados, el entender mi cuerpo.

Sentado en la silla me observas atento y me susurras despacio un mundo de versos.

Gracias amor por ser tan atento, perdona precioso si te lleno de besos…

No ofrezcas

No ofrezcas el perfume de las flores, voy al campo y me impregno de olores.

No ofrezcas el brillo de las estrellas pues al mirarlas, me reflejo en ellas.

No ofrezcas los pájaros cantores, los escucho y mi alma se llena de colores.

No ofrezcas nada material, pues lo que necesito la tierra lo ofrece ya.

No ofrezcas momentos regalados, ofrece tu alma para que estemos igualados.

No ofrezcas simplemente amor, ofrece la llave exclusiva y sincera de tu corazón.

No tienes que ofrecerme nada si no quieres, pero ofréceme un momento para llenar de poesía todo el firmamento…

La Magia

La magia encantada voló por mis sueños, creyendo importante cumplir los anhelos.

La magia se pierde fundida en desvelos, si tú no la sientes, no hay magia en tus miedos.

La magia se funde en mis sentimientos, espera que vuelvan dichosos momentos.

La magia que acuna mis versos despiertos, se contagia al mundo que lee mis momentos.

La magia no puede luchar con mi cuerpo, pues toda mi alma la llama hacía dentro.

La magia sucumbe ante mi corazón proclamando poesías llenas de amor.

Y la vida...

Y la vida me sorprende con dulces momentos, a veces perdidos por no llegar a tiempo.

Y la vida me sorprende por lo que he aprendido, bagaje de mi historia, del tiempo, del destino.

Y la vida me sorprende por todo lo que he querido, en los llantos, en las risas mi mundo ha sido mío.

Y la vida me sorprende ante la indecisión, robándome momentos de loco corazón.

Y la vida me sorprende llena de alegría, inundando un corazón rodeado de poesía.

Y la vida me sorprende, como lo hizo tu amor, y solo sabe mi alma dirigir tanta pasión…

Colores

En el azul inmenso de mi cielo descerebrado pululan nubecitas que acarician mis legados.

Los sueños lila intensos producen descalabros, han roto la puerta de tanto atesorarlos.

El ocre dorado de un corazón sincero, al mirarse al espejo se siente traicionado.

La blanca vela invisible, que nublaba el pasado se transforma en irascible oro dorado.

Los colores inimitables de mi arcoíris amado, los pinta la tierra, como el hombre ha proclamado. 

Entre tantas..

Entre tantas flores no tuve que elegir la esencia de la amapola se dirigió a mí.

Entre tantas estrellas casi me perdí, regresando al instante supe que era de allí.

Entre tantos mundos solo este de aquí me brinda la alegría de lucir en el jardín.

Entre tanto sentimiento no supe distinguir que el amor no se pide, nace de raíz.

Entre tanta magia que en los cuentos descubrí, me quedo con la perfecta, la que se acopla a mí.

Entre tantas palabras en el dulce devenir, solo quiero las sinceras que me hacen resurgir.

Las otras, las piadosas que llaman por ahí, las até junto a las rosas, dejándolas huir.

Entre tantos silencios sin poder dormir, aprendí a capear la desesperanza ruin.

Entre tantos caminos no tuve que elegir, el Amor en poemas me ha elegido a mí...

Mar Adentro

Era tarde, sin letargo, abanicando brisa, mar adentro espumado, sin prisa.

Las luces se perdieron en ese mar lejano, distintas cabriolas ensayaron las olas.

Los peces de colores perdieron rumbo cierto y en la noche estrellada se escaparon mar adentro.

Las olas resurgidas en mantos de nubes plata, acarician la orilla, omiten destemplanza.

La tierra deslizante asume su firmeza y manda mar adentro toda la tristeza.

Los sueños se despiertan, se levanta la entereza y proclama mar adentro maremotos de grandeza.

Se divisa el infinito, aquel que no existe y así mar adentro la vida me insiste…