En la tierra de los hombres, las caricias van sin nombre.
En la tierra de los Elfos, lirios blancos y amapolas andan
sueltos.
En la tierra de la vida, rugen alegres y desliadas mentiras.
En la tierra del corazón, vida y brillo al auténtico amor.
En la tierra del alma, desaparecen las mentiras, dando paso
a la sutil poesía.
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