Contaba la leyenda del amanecer aquel, que las flores
perfumadas robaron su ser.
Las estrellas del cielo abarcaron su querer, la luna dichosa
se adueñó de él.
El astro sol en su hermosura le desnudo su cordura.
Ríos, mares, son espejos de esos mundos tan complejos.
Contaba la leyenda, yo no lo inventé, que de tanto
expandirse se olvidó del ayer.
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